I
Esta Noche María
no habrá cama en la que no nos hicieramos los dormidos
no habrá luces y centinelas
no habrá madres ni cámaras caseras.
Ni siquiera: Habrá espejos transparentes
sobre el fuego en la luna.
II
Alégrate María que ya ese sol alumbra
en Do menor,
el mar de nuestros acordes.
Y como tenores soltaremos a las aguas melodías
y pescaremos más que aguas en las aguas de nuestras alcobas.
Ahora bien: Por mientras tú,
contempla, tranquila, la soledad de nuestro océano.
“Yo sin embargo nadaré en búsqueda de mi verdadera
identidad:
la que te comiste al desayuno, cuando
realmente amanecía en Chillán”.
realmente amanecía en Chillán”.
III
María ¿Por qué? Muchacha triste.
Cómo entristece el día cuando dormimos bajo
el amparo de la oscuridad.
No rechaces mis súplicas, mis señales, mis signos,
mi cambio, mi reordenación futura.
IV
Pobre Luis,
pobre su calcetín
pobre su zapatilla,
Pobre su único trabajo,
su única existencia,
su única frialdad;
pero más pobre la flor que quiere ser ubicua
e imnortal bajo el amparo de la realidad...