lunes, 31 de marzo de 2008

Mi madre y mi hermano ya saben
Ellos lo creen animal, un cáncer juguete de Luis
Mi madre ya lo sabe y dice: que se debe hacer
Mi hermano ríe y se le corta la cara de tanto reír
Me dice “escribe: Lenguas afiladas, lenguas de fuego, lenguas”
Mi madre: ““historias de pasillo” y que sea gordito, yo tengo uno: la niña se extingue, la niña se extingue, la niña, la niña”.
Si supieran que es como una bofetada y que a veces la odio y que a veces no la siento…
Jueguito simpático: pobre Luis, pobre su única verdad, su único calcetín.
Antonio me mira atribulado sobre sí mismo, sobre las piernas
Patricio furioso me recorre el pensamiento, me dice reacciona
“La niña se extingue, se extingue”
Lenguas afiladas, de fuego y que sea gordito.
Pobre Luis, pobre su única espada, pobre su calcetín.
El cerdo de las nieves y su capa roja

A las 9 se levanta, sabiendo que a las 6 es lo mismo
A las 7 se lava las pezuñas, para llegar temprano a las 4
A las 3 se da cuenta que olvidó la capa y los sueños
Alas y capa a la hora del reposo…
Alas y hormigas son su comida
Calva la mirada, semilla del pubis.
Florece a las 5, llega Helena en bicicleta
Llora a las 4 porque casi no llega a las cinco
La capa en la rueda de la bicicleta lo ahoga, el vapor del aceite
Quiera alá que tus alas no se corten le dice Helena
Cerdo y capa roja bajo el rocío y sobre Helena, que no se te pase mi chanchito, que no se te pase.
A las 9 se levanta, florece a las 5 sobre Helena.

viernes, 28 de marzo de 2008

Algunas consideraciones sobre los dogmas

Por Gonzalo Pezo
“Una enseñanza mediocre levanta montañas alrededor
de algunos dogmas asentados hace siglos, que por cierto
no han perdido nada de su eterna sabiduría, pero que
subsisten también confusos por toda la eternidad en medio
de esta bruma y de esta niebla”.
(Franz Kafka. “La muralla china”).

Ha habido muchas revoluciones: científica industrial, americana, francesa, rusa, etc. Todas se han enfrentado a determinados dogmas, pero curiosamente muchas de ellas no han hecho más que denominar un concepto, para idolatrar otro, es decir, erigir un nuevo dogma. Como conclusión, creemos en un dogma. Como conclusión, creemos en un dogma mientras nos parece útil, pero no hay nada menos práctico que un dogma, pues suelen ser enigmáticos y nebulosos. Lo que sucede es que nuestra inteligencia los simplifica. La mente es muy débil, tal vez porque se erige por las leyes de la naturaleza y es, al igual que su poseedor, frágil. Además, es una creación relativamente reciente en el mundo. Otros animales, algunos más antiguos que nosotros, nunca la han tenido ni la tienen, así que no debemos esperar mucho de ella.

Los dogmas son tan complejos que ejercitan nuestra intuición y nuestra inteligencia y el que permanezcan en las penumbras los hace más interesantes, especialmente a quienes gustan de los desafíos o a quienes los contemplan con una admiración romántica. También existen los laberintos. Estos son como los dogmas: los laberintos tienen una salida, mientras que los dogmas son la única verdad. Pero si alguien considera la vida como un laberinto, ¿utilizaría un dogma para salir de él? Esto sucede, por ejemplo, con los cristianos: nosotros despreciamos nuestra vida y nos preparamos para otra vida después de la muerte y nuestra guía para salir del laberinto es el dogma cristiano.

Los dogmas son los castillos construidos sobre montañas boscosas, inaccesibles para el lego, pero esto significa que también son fortalezas. ¿Para defender qué?¿los intereses de una casta o es que se nos oculta algo? Generalmente, quienes edifican estas fortificaciones lo hacen por razones muy pías y con buenas intenciones. Pero, eso no es suficiente. Cada cual debe reflexionar sobre lo noble o bajo, lo beneficioso o lo perjudicial o, tal vez, solo inútil de un dogma. O podríamos no contemplarlos, ni siquiera advertir su presencia. Resulta más cómodo. Además, a alguien podría no gustarle lo que encuentre. Podría hallar seres mezquinos que se fortalecen con la debilidad de otros fines. Piensan que muchos deben sacrificarse de una u otra forma por unos pocos. Otros creen que el individuo es solo una partícula en el universo y que debe supeditarse al bien común que suele ser la billetera de algunos iniciados en el dogma.

De todos modos, los dogmas están ahí, su presencia puede intimidarnos o provocar nuestra risa, pero son indestructibles en su propio terreno. La ciencia puede bombardearlos y reducirlos a escombros. Pero desde el aire, un ambiente menos familiar para el hombre que la tierra firme. Se me dirá que pronto el hombre vivirá en el espacio sideral, pero yo contestaría que tal medio ambiente sería como una nueva tierra. A menos que pudiéramos como los anfibios vivir en medios distintos.

Franz Kafka intuyó, imaginó o creó mundos nuevos desde la experiencia cotidiana y el narrador de “La muralla china” no se atrevió a continuar más adelante en sus investigaciones para no pasar a la etapa del hacer. Es un sabio que prudentemente no reflexiona más acerca de la conducción. Noblemente no quiere enlodarse. Yo, en cambio, me asfixio bajo el fango de los dogmas y como quien cae en arenas movedizas no me muevo para hundirme más lento a fin de disponer de más tiempo para encontrar una salida a tan difícil situación.

martes, 11 de marzo de 2008

Perfume

Tan solo una lágrima
Que brotó desde tus ojos
Cayendo al imnenso vacío
Desde su corazón, esa gota de alma que se iba
Adentrando en el terreno
Frío y baldío de la
Tierra húmeda del llanto
Implacable de aquella muchacha.
Un instante de angustia
No fue suficiente para soportar
El calvario que la hacia
Tenue al sentimiento
Loco, provocando muerte;
La triste agonía de su alma
El sutil silencio de las ánimas
Errantes en el sendero
De la lluvia menguante
En la luna nublada.
Otra lágrima cayó
Desde su rostro
Rodó por su mejilla
Un hilo negro la seguía
Terminaba en el comienzo de sus labios
Había recorrido otra lágrima
Todo su cuerpo
La hermosa silueta
Que poco a poco, cambiaba
Yacía más humilde
mas ajema a la felicidad
Buscaba esconderse del dolor
Pero solo conseguía más llanto
Más pena, ya no contenía
Nada dentro de sí
Solo su mirada, lograba
Encontrar entre la multitud
Un poco de esperanza
Una pequeña mustra de
Cariño.
Sin embargo fueron, pocos fueron los
Segundos de alivio
El tormento continua
Y su pena engrandecía
Sus manos tiritaban
Sus cabellos adherían a la
Marcandio su rostro, como
La hoja siempre seca
Y resignada.





Intervalo

Y así nació dios
y entre los cerdos y el cielo
Intervalo: el hombre y la mujer toca su pañuelo
y lo que erotiza no es la mujer, es el pañuelo
y lo que da muerte a nuestros días, el soplo de una hormiga moviendo montañas
la suavidad de la lluvia tocando mi melancolía
y tus piernas y tus senos acerados al frío y ahora y ahora y ahora, la poesía crece y se deprime vuelve como un gemido, sarcástica, vacía, ya no necesito nombrarte ni sufrirte ni siquiera abrazarte... el fin del poema es el fin de la bolsa plástica que vuela muy alto para contaminar tu suelo paloma roedora...
y tus piernas y tus senos calentados al sol y ahora y ahora y ahora...