jueves, 30 de agosto de 2007

Poema V

Me despido, le digo adios
como un pajarillo que alza
su nuevo vuelo, como un
caminante que busca
una nueva senda.
Gracias por darme a beber
la riqueza de la vida,
gracias por tranquilizar mi sed
con ese gran océano:
la sabiduría...gracias, gracias...
Cuántas veces divisé
en sus rostros el cansancio,
ese agotamiento asaetado
que los desvanecía,
que los ceñía sin dejarlos
lanzar un leve suspiro.
Llevaré grabado con letras gigantes
cada uno de sus nombres en mi alma,
quizás sus fisonomías,
quizás sus siluetas irán lentamente
desvaneciéndose, borrándose
como se desaparece con el viento
un dibujo en la arena.
Eso no me importa,
aunque el viento sea fuerte
o tal vez sea un simple soplido,
no arrazará con el amor,
con las semillas que en mi rojo cristal
han ustedes cultivado,
con sus sonrisas las han regado
y los años, el tiempo las han
florecido... adios, les digo adios
en mi alma siempre los llevaré...
Si algún día pierdo sus recuerdos,
con un píncel loco pintaré y
en un cuaderno sin hojas
escribiré mi poesía...


Poema XIII

Observo en las frías mañanas
con mis ojos aún adormecidos
las largas columnas oscuras
que de las bocas de las chimeneas
como un vaho que del respirar se escapa,
así fugitivo y leve
adornando cada solitario techo
que envuelto de sudor y hielo
por un rayito de sol clama.
Chillán mi nuevo pueblo
Chillán mi nueva casa.
Ahora no veo tan sólo
un mundo nuevo
no veo tan sólo rostros extraños
rostros que ya forman parte
de mi dinámica y fugaz vida.
Ahora, ahora veo mis anhelos
mis deseos, que en algún
momento los creí bañados,
sumergidos en utopías;
los veo, ahora percibo
que ya no son utopías
sino ya son mi vida,
son mi satisfacción
son mi dicha.
Chillán, Chillán
quién diría Chillán
mi nuevo pueblo,
tú pueblo
y mi nueva casa.

Autor(a): Lizette A. Peña Pereira

1 comentario:

Luis dijo...

La nueva vida(Chillán) y la desligación de las ataduras dichosas que son los padres, son tópicos interesantes para iniciar la actividad laboriosa que es la poesía.

Tributo al amor fraterno y de crianza; el caminoa la libertad de incertidumbres; un vuelo cegado por la ilusión de lo nuevo, me significa estos primeros versos.

Chillán, nos persigue a todos como cuenta Sergio Hernández, porque es acogedor si lo sabes contemplar, un elogio a la nueva casa.