jueves, 13 de septiembre de 2007

Traté

Traté de no mirarte,
Busqué tu olvido,
Busqué olvidarte;
Olvidé tu rostro.
Caí en un precipicio tan alto
Como la profundidad
De una montaña
Como un instante a tu lado.
Me esfuerzo en vivir,
En dejar que el tiempo corra;
Que el río de tu ser fluya;
Y yo lo vea pasar.

Autor: Jaragon

2 comentarios:

Metaletra dijo...

No hay pretenciones; solo la admiración por el sexo y la posición del entorno son la luz de esta sintética poesía que, inevitablemente, suena a canción, a guitarreo y a suspiro profundo. En este sentido, el ocio suena a tarareo y la magia se oculta en la relación más profunda con la sonoridad de la mujer que pasa y se da vuelta a escuchar aquel tírate o déjate seducir.

Anónimo dijo...

Si es que a esto se le puede llamar poesía (o en verdad esta es la verdadera antipoesía), creo que no tiene ningín protagonismo en el universo poético de la movida pos- tal